No todos tus pensamientos son tuyos.
¿Cuántas veces te has cachado pensando algo que te hace sentir ansiedad, tristeza, miedo o inseguridad? ¡Yo miles! Antes me super enganchaba y pensaba que todos mis pensamientos eran verdad, lo que me causaba días de ansiedad y tristeza, sin saber realmente porque sentía eso.
Cuando comencé a analizar y cuestionar mis pensamientos (y a meditar), me di cuenta que el 99% de ellos no son verdad, y de esta forma es más fácil parar el sufrimiento innecesario de una historia que solo yo me estoy contando en mi cabeza.
Muchos de estos pensamientos vienen del subconsciente colectivo, es decir de la conversación externa de la sociedad. A veces pensamos o recordamos frases que escuchamos de chiquitos de alguna persona y se quedó guardado en nuestro subconsciente, como si fuera música de fondo de un elevador, que no le prestas atención todo el tiempo pero sabes que está ahí. Y cuando lo escuchas y ves que no te gusta, causa estrés o ansiedad. Pero al cuestionarlo te puedes dar cuenta que no es verdad y no te lo tienes que creer.
¡NO creas todo lo que piensas!
Podemos cuestionar todo, usando la metodología de Byron Katie "The Work", es muy simple:
1. ¿Este pensamiento es real?
2. ¿Es una verdad absoluta?
3. ¿Cómo me siento cuando lo tengo y que conductas me provoca?
4. ¿Cómo me sentiría si no tuviera este pensamiento?
¿Quién manda este pensamiento? ¿El pasado, el futuro, el ego?
¿Quién escucha este pensamiento? ¿Mi ego o yo?
Al pasarlo por filtros, sin engancharnos y luego soltarlo; es una forma muy efectiva de no creer todo lo que pensamos, y elegir la felicidad y paz como un estado mental.
